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UNA NUEVA VIDA

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UNA NUEVA VIDA

Acceso a su lectura en Diario de León

Levantarse una mañana de invierno a la vida, sentir el viento frío ruborizándote las mejillas mientras un leve, perceptible e intenso latido suena y resuena en el pecho; abrirse paso entre los senos maternos para saciarse de amor;

ver el mundo nebuloso en esos primeros días, dormir y despertar, llenarse la boca de cálida comida; quedarse quieto, sentir las partes que te conforman; escuchar voces que no entiendes, querer expresar algo y no saber cómo;  percibirse protegido, arropado; contarse por miles los besos que recibes; crecer, gatear, conocer a la familia, sentirse clan.

Cada nuevo día llega a la misma hora; ya cuentas por decenas los años que has luchado por hacerte un hueco entre otros que buscan lo mismo que tú. Has entablado cientos de conversaciones con tu pareja y miles más contigo mismo; sabes que necesitan alimento, protección, un lugar donde estar. Los primeros trabajos han dado paso al sueño de tu vida, te sientes seguro de emprender, de hacer algo por ti mismo, te da miedo pensar que algo os pueda faltar; no eres rico, honrado sí. Sabes que harás lo que haga falta, noches sin dormir, días de veinticinco horas, qué más da; sólo piensas en ellos, quieres que estén orgullosos de ti.

Han pasado los años, has podido hacerte una casa, ver crecer el negocio; muchas noches pasaste en vela, sin que tus empleados lo supieran, para pagar sus nóminas; incluso otras noches sin saber por qué, te sacude el recuerdo de algo que dejaste abierto en alguna parte.

A veces sientes que no te quedan fuerzas, pero tiras, tiras adelante, siempre adelante, ya no se puede dar la vuelta y volver al pueblo; el mayor se quiere ir de casa, la niña ha salido buena estudiante, el otro progresa bien en el cole, el pequeño parece despierto, ni siquiera piensas algunos años más tarde venga otra pequeña a hacerte reír.

Estás viendo el cartel de meta, currando desde los 14, primero en bici, y ahora ya puedes comprar el coche alemán que tanto te gustaba.

¡Ya no quiero trabajar más! y ¿ahora qué hago? Bueno mi hija parece que apunta, a ver como hago, alguien tiene que seguir en el carro; ¿y si no quiere ninguno de ellos?, no sé; bueno y si no la vendo, pero ¿quién querrá comprarme la empresa?; ya lo pensaré otro día; suena el teléfono. ¿Pepe? Sí, ¿Quién es? Te llamo del banco, tengo un fondo de inversión buenísimo para ese excedente que tienes en la cuenta, ¿te pasas por aquí?…

El guion de esta película puede continuar como quieras, puedes escoger:

¿Sigue uno de los hijos? ¿Contrata a uno de fuera? ¿Vende la empresa? ¿Quizá alguna otra opción que no haya pensado?

¿Tú que harías si fueras el padre? ¿Y si fueras el hijo, hija, sobrino, sobrina o empleado/a elegido/a?

Si ya has elegido el personaje de tu historia que dará Una Nueva Vida, te invito a que reflexionemos juntos sobre Relevo Generacional Empresarial.

Hay mucha literatura escrita sobre el tema y, aunque no dispongo de datos del todo fiables, en blogs de asociaciones de empresa familiar las cifras dicen que el 70% de las empresas no pasan de la primera generación y que solamente el 15 % de las restantes llegan a pasar la segunda generación.

Según Manuel Bermejo Sánchez, profesor de IE Business School y consultor experto en empresa familiar, “el propósito de una empresa familiar es la continuidad intergeneracional; para trascender, debe tener un Plan de Sucesión”  Aquí puedes acceder a más información

Un Plan de Sucesión registra las competencias de los empleados y sucesores, conoce las necesidades estratégicas de la empresa, recaba información de cada uno de los grupos de interés o stakeholders, determina las capacidades y necesidades de formación y acompañamiento de empleados y líderes, establece una visión a seguir, fija unos valores que servirán de juego de medidas y registra como su contenido se trasladará al mercado.

Esto es lo que en NARUA llamamos innovación emocional en transformación de modelos de negocio aplicado al relevo generacional empresarial.

Sigamos con la historia de Pepe y su mujer Aurora:

Pepe y Aurora tuvieron cinco hijos, que trabajaron con ellos desde la niñez. Varias veces hubo que mover el emplazamiento del negocio siguiendo la estela del mercado. Los niños llegaban de la escuela, la merienda, los deberes y ayudar a los padres, día tras día, año tras año. Pepe y Aurora ni se dieron cuenta del día que se jubilaron, siguieron trabajando hasta pasados los 70, junto a tres de los hijos que se quedaron en el negocio familiar. Llegaba el momento del relevo ¿cómo lo harían? ¿Quién se haría cargo? Eran momentos de duda, sabían que el negocio, además del relevo, precisaba un cambio de rumbo; las diferentes opiniones de padres e hijos hacían fundir los plomos de cuando en vez.

Una tarde me encontré con uno de los sucesores, me explicó el dilema que tenían y me ofrecí a ayudarles desde la consultoría en estrategia e innovación emocional.

Durante los primeros meses trabajamos en darles la oportunidad a cada uno de expresarse de manera privada y libre como pocas veces en la vida habían podido hacer. Nos contaron sus sueños, sus miedos, sus alegrías y penas. Hicimos sesiones de relajación, de creatividad, de puesta en común. Leyeron libros e hicieron todos los deberes que les recordaron en ocasiones la infancia invertida en duras jornadas de trabajo.

Semana a semana durante año y medio comprobamos como quienes entregaban el liderazgo querían sentirse parte importante del cambio, y cómo para ello fue muy útil establecer sus funciones. No se trata de apartar a los sucedidos, si no de crear para ellos una nueva realidad en la organización. Para los tres sucesores el reto implicaba que uno de ellos aflorase como líder y apareció.

Trabajamos codo con codo con el líder que aceptó el reto. Y sí, era la niña que desde bien pequeña llenó de alegría la casa. La formación para la sucesora y hermanos incluyó liderazgo, cultura de innovación, valores, administración, comunicación, marketing, procesos.

Establecimos y desarrollamos la nueva visión que incluía las visiones particulares de padres e hijos, hicimos un trabajo profundo de valores hasta fijar aquellos sobre los que se asentarían las bases de ese futuro apasionante que tenían por delante.

Han pasado dos años desde que conocí a uno de los hijos de Pepe y Aurora.  Curiosamente esta persona no representa el rol de líder del negocio en la actualidad, pero fue el catalizador del cambio, por estar abierto al mundo, y esto me permitirá escribir algo nuevo para el próximo día.

Emprender no tiene por qué ser siempre partir de cero, también se puede continuar con la senda trazada por un negocio. La diputación provincial de León ha sacado una línea de ayudas al relevo generacional para que pervivan los negocios en los entornos rurales de menos 5.000 habitantes. Aquí puedes acceder a las bases.

Algunos de vosotros, queridos lectores, seréis como Pepe y Aurora; otros tuvisteis la dura elección de no seguir con el negocio familiar; Puede que algunos de vosotros sigáis en el negocio familiar y hoy, en este mismo instante, os acordaréis de los desvelos y alegrías pasados, por haberle dado vida a una nueva vida.

RESUMEN

RELEVO GENERACIONAL

El sucedido

  • Nuevo rol en la organización
  • Apoyo incondicional al sucesor
  • Visibilidad pública del relevo
  • Atención a consultas requeridas

El Sucesor

  • Preparación en todos los niveles
  • Aceptación y entrega al liderazgo
  • Transición amable hacia el sucedido
  • Trasladar al mercado el nuevo equipo y visión

 

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